Lanzado en acceso anticipado en Steam el 29 de abril de 2025, Deadzone: Rogue, desarrollado por Prophecy Games, ha irrumpido en la escena con una propuesta que combina la intensidad de un FPS con las mecánicas rejugables de un roguelite. Tras probarlo durante varias horas, estas son mis primeras impresiones de este shooter cooperativo ambientado en un entorno de ciencia ficción plagado de máquinas rebeldes.
Una premisa inmersiva y un arranque prometedor
Deadzone: Rogue te sitúa a bordo de la ISS-X, una nave espacial abandonada donde despiertas sin memoria, rodeado de enjambres de enemigos biomecánicos controlados por una IA rebelde. El objetivo es claro: sobrevivir a oleadas de enemigos, saquear equipo raro y mejorar tu personaje para conquistar la «Zona Muerta». La narrativa, aunque sencilla en este punto del acceso anticipado, establece un tono de tensión y misterio que invita a explorar los oscuros corredores de la nave.
El juego sigue una estructura típica de los shooters roguelite, similar a títulos como Roboquest o Gunfire Reborn. Cada ronda consiste en avanzar por una serie de salas llenas de enemigos, desde drones cazadores hasta criaturas robóticas más imponentes. Al completar cada sala, se te ofrece una mejora aleatoria entre tres opciones, que pueden incluir nuevas armas, perks o aumentos de estadísticas. Tras superar varias salas (generalmente entre 20 y 30), te enfrentas a un encuentro final, que puede ser un jefe desafiante. Si mueres en el proceso, regresas al inicio, pero los materiales recolectados (como componentes tecnológicos) permiten desbloquear mejoras pasivas permanentes en una terminal de mejora, lo que añade un sentido de progresión constante.
Gunplay sólido y variedad de builds
Uno de los puntos más fuertes de Deadzone: Rogue es su gunplay, que se siente preciso, fluido y satisfactorio. Cada personaje puede equipar un arma primaria, una secundaria, un arma cuerpo a cuerpo y una granada, lo que permite una buena variedad táctica. Las armas están imbuidas con efectos elementales (fuego, rayos, vacío y hielo), cada uno con mecánicas únicas: el fuego quema a los enemigos con daño continuo, el hielo ralentiza, el vacío genera áreas de efecto devastadoras, y los rayos encadenan daño entre enemigos cercanos. Esta variedad fomenta la experimentación, ya que puedes combinar armas y mejoras para crear builds que se adapten a tu estilo de juego, desde un enfoque de control de masas hasta un estilo más agresivo basado en deslizamientos y explosiones.
La personalización se ve reforzada por una amplia gama de objetos, perks y aumentos, que permiten desde invocar bots de apoyo hasta desencadenar reacciones en cadena explosivas. Aunque la cantidad de contenido en el acceso anticipado puede sentirse algo limitada en comparación con otros títulos del género, la base es sólida, con más de 30 armas únicas y una variedad de enemigos que mantienen los enfrentamientos dinámicos. Los enemigos, que van desde arañas robóticas hasta bosses biomecánicos, requieren reflejos rápidos y una buena gestión de las mecánicas de movimiento, como deslizamientos y coberturas, que se integran de manera fluida.
Cooperativo: donde brilla el caos
Aunque Deadzone: Rogue es perfectamente disfrutable en solitario, su modo cooperativo para hasta tres jugadores es donde alcanza su máximo potencial. Coordinar con amigos para marcar objetivos, sincronizar ataques y combinar builds crea momentos de caos controlado que son extremadamente divertidos. La dificultad, que varía desde modos más accesibles hasta un «modo pesadilla» para los más valientes, está bien equilibrada para adaptarse tanto a partidas casuales como a sesiones más intensas. La rejugabilidad se ve potenciada por niveles generados proceduralmente, lo que asegura que cada partida ofrezca nuevos desafíos, aunque algunos jugadores han señalado que los entornos pueden sentirse algo repetitivos en las primeras zonas.
Estado actual y futuro prometedor
El acceso anticipado incluye las Zonas 1 y 2, que ofrecen varias horas de contenido a través de misiones variadas y diferentes sectores de la nave. Si bien el contenido actual puede parecer algo escaso para los veteranos del género, la base jugable es robusta, con un gunplay excepcional, una buena variedad de enemigos y un sistema de progresión que motiva a seguir jugando. La comunidad ha respondido positivamente, con más de 200,000 inclusiones en la lista de deseados de Steam y una calificación de «Muy Positivo» en la plataforma, basada en más de 3,000 reseñas. Además, Prophecy Games ya ha anunciado una primera actualización de contenido que introducirá un nuevo desafío con oleadas de dificultad creciente, lo que sugiere un compromiso activo con la comunidad y un plan para expandir el juego antes de su lanzamiento completo.
Conclusión
Deadzone: Rogue es un shooter roguelite que combina un gunplay de primera categoría con mecánicas de progresión profundas y un modo cooperativo que promete horas de diversión con amigos. Aunque el contenido en este acceso anticipado puede sentirse algo limitado, la base jugable es sólida y comparable a títulos consagrados como Gunfire Reborn. Si disfrutas de los FPS frenéticos con elementos roguelite, este juego tiene el potencial de convertirse en un favorito. Con actualizaciones en camino y una comunidad en crecimiento, Deadzone: Rogue es una apuesta segura para los amantes del género y un título a seguir de cerca en su evolución hacia la versión 1.0.
Pros: Gunplay preciso y satisfactorio, cooperativo divertido, buena variedad de armas y mejoras, progresión adictiva.
Contras: Contenido algo limitado en acceso anticipado, entornos algo repetitivos.
