España da el golpe definitivo a las cajas de recompensas de videojuegos

España da el golpe definitivo a las cajas de recompensas de videojuegos

Un cofre del Overwatch con créditos, máscaras y algún que otro icono de jugador. Un sobre del FIFA con nuevas cartas de jugadores para tu equipo. Una caja del League of Legends con gemas y nuevos atributos para tu personaje. Todo eso podría llegar a acabarse en España de aquí a no demasiado tiempo, aunque esto quizá sea una visión demasiado pesimista del futuro que le espera a los videojuegos con las lootboxes o cajas de recompensas. Una buena fórmula para los desarrolladores de recaudar dinero de los usuarios a través de microtransacciones. Un manera para los jugadores de mejorar más rápido en el juego. ¿Un “win-win”? No del todo.

Por eso el Gobierno quiere intervenir en este asunto y que estos elementos pasen a ser considerado en esencia como un juego de azar, protegiendo así a los menores de ellas y sus efectos. No siempre salen cosas que valgan la pena en esas lootboxes y eso puede motivar a que se compren de forma desmedida. Y aunque en realidad en los videojuegos no se intercambia como tal el dinero por la caja, sí que a través de la compra de monedas virtuales del juego se puede llegar a ese objetivo. Es un sí, pero al mismo tiempo no. Un pequeño vacío legal que dejará de ser legal.

Las autoridades competentes ya no estaban demasiado contentas con la tendencia de la industria en los últimos años. En la estructura de juego, casinos de azar y videojuegos habían estado aprendiendo el uno del otro. Famosas sagas como FIFA o la propia NBA habían conseguido integrar pequeños minijuegos basados en el azar en el desarrollo de su gameplay. Mientras, los operadores de juegos de casino también habían decidido integrar en sus juegos ese concepto de avanzar niveles para llegar hasta tu premio, muy propio del videojuego. Si hablamos de los slots online, por ejemplo, hablamos de una recompensa en forma de créditos. Pequeños detalles que han ido disgustando.

El mensaje que dan desde el Ministerio de Consumo es claro y directo. Tantas similitudes entre ambos mercados les hacen llegar a considerar ciertos elementos de los videojuegos como juegos de azar. Las cajas de recompensas son las perjudicadas. Algunos preguntarán si gasta el que quiere y el que no quiere no. En la práctica es así, pero lo que pretende la nueva ley del juego es proteger a los menores de edad. La ley previa de 2011 será la base sobre la que se modificarán algunos aspectos clave y el nuevo texto se expondrá a consulta pública.

Lo anunció Mikel Arana en una Comisión Mixta reciente en la que participó, por lo que viniendo del director general de la Ordenación del Juego, la información parece bastante fiable. Los medios de comunicación se han hecho eco de ello y el río ya llevaba sonando prácticamente durante todo el año 2020. Alberto Garzón se había puesto muy serio con este tema y parece que quiere sacarlo adelante. Ya lo hizo con nuevos cambios que afectaron a la publicidad de casas de apuestas y salas de juego en el fútbol español, y que se hicieron efectivos durante el Estado de Alarma. Ahora quiere que sean constantes y no únicas para una situación excepcional.

Aunque como también ha ocurrido en otras oportunidades, existe la posibilidad de que una negociación rebaje un poco las expectativas del Ministerio. Las desarrolladoras podrían tener que especificar en la portada de sus juegos que contienen cajas de recompensas, algo que no sería del todo malo. Algunos títulos podrían pensarse también tomar la alternativa de simplemente dejar estas cajas como recompensa gratuita por subir de nivel o mejorar en el juego. Sustituirlas es otra alternativa, como hizo Rocket League recientemente. Así abandonarían la idea de que se tenga que pagar por jugar con más “privilegios” que otros usuarios. Otra idea es que dejen claro lo que se va a adquirir, para que los usuarios decidan si lo quieren o no.

Una consecuencia más dañina para el mundo del videojuego podría ser que los videojuegos que contienen lootboxes pasaran a denominarse no aptos para menores de 18 años, y que por tanto estos no puedan comprarlos en cualquier tienda. Ahí sí que entramos en un escenario más difícil de afrontar para las desarrolladoras. En otros países ya se han empezado a aplicar medidas en este sentido y entre las posibilidades hay opciones para todos los gustos. En Europa y en el resto del mundo.

Bélgica obligó no hace tanto a EA Sports a retirar los “FIFA Points” para los jugadores de su país. Holanda, por su parte, llevó a juicio a Electronic Arts y logró que este tuviera que pagar una multa por ir en contra de las leyes de apuestas. Australia ya ha obligado a que los videojuegos contengan una nota en la que especifiquen si integran lootboxes. Mientras que Francia, Reino Unido y Estados Unidos están estudiándolo y dando pasos para llegar a controlar las recompensas. Es cuestión de tiempo que se vayan sumando más territorios.

Atendiendo al claro ejemplo de FIFA, FIFA 21 incluyó hace poco límites para la adquisición de puntos del juego, para que los propios usuarios se regulen las compras. Además, todas las plataformas de consolas se solidarizaron en este sentido. Con gestos como estos pretenden paliar un poco los efectos del huracán, pero será complicado contenerlo una vez que se ha puesto en marcha. El resultado lo veremos en un futuro no tan lejano.

Soy un apasionado de los MMORPG. He jugado a casi todos los que han visto la luz. Al final, cambié muchas de las horas de vicio por compartir noticias y contenidos sobre este mundillo.

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