Primeras impresiones de Game of Thrones: Kingsroad: Un viaje por Poniente que no esperábamos

Primeras impresiones de Game of Thrones: Kingsroad: Un viaje por Poniente que no esperábamos

A finales de marzo de 2025, el acceso anticipado de Game of Thrones: Kingsroad vio la luz en Steam, marcando el inicio de una aventura que promete sumergirnos en el crudo y fascinante mundo de Poniente. Desarrollado por Netmarble, este RPG de acción con un combate estilo hack and slash está disponible por ahora solo en PC a través de la compra de alguno de sus packs de fundador, con precios que oscilan entre los 24,99 y los 89,99 dólares. Sin embargo, la espera para los jugadores de móvil y los amantes del free to play no será larga: el lanzamiento oficial está previsto para finales de abril o principios de mayo, cuando el juego llegará a iOS, Android y Steam sin costo inicial, con soporte completo para juego cruzado y progresión compartida entre plataformas.

Una historia en el corazón de la temporada 4

Game of Thrones: Kingsroad nos sitúa en los eventos de la cuarta temporada de la icónica serie de HBO, un periodo lleno de intrigas políticas y amenazas sobrenaturales. Encarnamos a un hijo bastardo de la Casa Tyre, una pequeña familia noble al norte de Invernalia. La premisa arranca con un encargo de nuestro padre moribundo: investigar la inquietante falta de noticias desde el Muro. Este punto de partida nos lleva a cruzarnos con Jon Nieve y los temidos Caminantes Blancos en nuestra primera parada, Castle Black. A partir de ahí, el juego despliega un viaje épico por Poniente con una doble misión: convencer a las casas nobles de la urgencia de apoyar al Muro y, de paso, reclamar nuestro lugar como heredero legítimo tras la muerte de nuestros hermanos en la infame Boda Roja.

El atractivo principal de esta narrativa es su conexión con la serie. Recorreremos lugares emblemáticos como el Muro, Invernalia, Fuerte Terror, Desembarco del Rey y Antigua, mientras nos encontramos con rostros familiares como Varys, Jaime y Cersei Lannister, o incluso el sádico Ramsay Bolton. Las misiones secundarias también brillan con guiños a los fans: una de ellas nos pide buscar a los sobrinos de un molinero secuestrados por Theon Greyjoy, un misterio que los seguidores de los libros y la serie resolverán con un escalofrío al recordar su trágico destino. Estas tareas, que van más allá de las típicas “limpia este campamento de bandidos”, aportan un toque de profundidad que supera a algunas propuestas recientes de RPGs AAA.

Combate y personalización: opciones con límites

El combate es uno de los pilares de Kingsroad, ofreciendo tres clases jugables: el Mercenario, armado con un hacha a dos manos y fuerza bruta; el Caballero, con espada y escudo para un estilo más táctico; y el Asesino, ágil y letal con dagas dobles. El sistema de acción se basa en combos, esquivas, bloqueos y paradas, acompañado de tres habilidades activas que podemos equipar de un amplio catálogo específico para cada clase. Además, tres árboles de talentos (Ataque, Defensa y Apoyo) permiten personalizar nuestro estilo de juego, aunque la experiencia queda algo restringida por la imposibilidad de cambiar de arma: cada clase está atada a su equipo inicial.

Si bien el combate es fluido y funcional, no reinventa la rueda. Los enfrentamientos tienen un peso decente, pero carecen de la contundencia o innovación que podrían elevarlos por encima de otros títulos del género. Sin embargo, la variedad de habilidades y pasivas ofrece suficiente flexibilidad para experimentar con diferentes enfoques dentro de cada clase.

Un Poniente lleno de vida… y actividades repetibles

El mapa abierto de Poniente está diseñado al estilo de los mundos de Ubisoft, repleto de puntos de interés como campamentos de bandidos, guaridas de enemigos, altares, puzles de plataformas y jefes de zona. Muchas de estas actividades son rejugables, permitiendo farmear recompensas con el tiempo. Entre los eventos destacados está el enfrentamiento con Drogon, un jefe mundial que exige cooperación con otros jugadores de alto nivel. Aunque el emparejamiento automático funciona bien, la falta de opción para invitar amigos limita su potencial social.

Para quienes prefieren el cooperativo planificado, las mazmorras instanciadas para cuatro jugadores ofrecen combates contra jefes con mecánicas interesantes y un desafío notable si no vamos bien equipados. También hay dos modos adicionales: las Gusaneras, arenas de oleadas progresivamente más difíciles con recompensas únicas al completar cada nivel, y las Expediciones al otro lado del Muro, un giro rogue-like donde elegimos misiones, tomamos decisiones y desbloqueamos ventajas aleatorias hasta enfrentarnos a un jefe final. Estas propuestas añaden variedad, aunque su dependencia de equipo y preparación puede chocar con las barreras del sistema de monetización.

El talón de Aquiles: la monetización

Aquí es donde Kingsroad tropieza con fuerza. Concebido originalmente como un juego móvil, hereda las prácticas de monetización típicas del sector, y no de las más amables. Desde ampliaciones de inventario hasta un sistema gacha para artefactos poderosos, pasando por un pase de batalla y una suscripción mensual que elimina molestias y otorga ventajas diarias, el juego bombardea al jugador con opciones de pago. Aunque todo puede conseguirse jugando, la diferencia en velocidad de progresión entre quienes pagan y quienes no es abismal, especialmente en las etapas avanzadas.

Este enfoque empaña una experiencia que, por lo demás, tiene mucho que ofrecer. La sensación de estar constantemente tentado a gastar dinero —ya sea para revivir tras una muerte, acelerar viajes o desbloquear mejoras— puede frustrar incluso a los más pacientes. Para mitigar esto, el juego incentiva subir las tres clases disponibles, ya que objetos, dinero y ciertas ventajas se comparten entre personajes, facilitando el aumento de poder general. Sin embargo, esto no elimina del todo la presión de las microtransacciones.

Conclusión: Un viaje prometedor con nubes en el horizonte

Game of Thrones: Kingsroad es un título disfrutable que captura la esencia de Poniente con una historia sólida, guiños nostálgicos y un mundo abierto lleno de posibilidades. Su combate y actividades ofrecen diversión, especialmente para los fans de la serie, y la mayor parte de la narrativa principal puede disfrutarse sin gastar un céntimo. Sin embargo, la monetización agresiva y la sensación de progresión artificialmente ralentizada en las etapas tardías son sombras que podrían alejar a muchos jugadores.

Con el lanzamiento oficial a la vista, queda por ver si Netmarble escucha las críticas de la comunidad y ajusta el equilibrio entre diversión y negocio. Por ahora, Kingsroad es una carta de amor a Game of Thrones que brilla más cuando te pierdes en sus paisajes y personajes que cuando miras el monedero. Si buscas revivir la magia de Westeros desde tu PC o móvil, merece una oportunidad… siempre que estés dispuesto a navegar sus trampas económicas.

Jugador de RPGs desde los tiempos del mítico Diablo y aficionado al mundo de los juegos online desde Guild Wars. Un friki del cine y de las series de televisión.

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