Esta noche, a las 23:00 hora peninsular española, el mundo de los videojuegos se sumergirá en las brisas turbulentas de Where Winds Meet, el ambicioso RPG de acción en mundo abierto desarrollado por Everstone Studio y publicado por NetEase. Ambientado en una China antigua del siglo X, este título free-to-play promete una epopeya wuxia —ese subgénero de artes marciales, héroes errantes y dramas épicos tan querido en Asia— con más de 150 horas de contenido entre exploración, combates fluidos y narrativas entrelazadas. Disponible simultáneamente en PC (a través de Steam y Epic Games Store) y PS5, el juego llega tras un beta cerrada que generó expectación, pero también debates sobre su identidad: ¿es un MMO disfrazado de single-player, o un vasto parque de atracciones marciales? Tras 40 horas con una versión de prensa, podemos afirmar que hemos apenas arañado la superficie de sus secretos, pero ya nos ha dejado con una mezcla de fascinación y frustración que define a muchas producciones asiáticas de alto calibre.
Everstone Studio, un equipo con raíces en la industria china de los juegos móviles, debuta en consolas y PC con este proyecto que evoca ecos de Genshin Impact por su mundo abierto lleno de secretos, pero con un enfoque más crudo en el combate inspirado en Black Myth: Wukong. No es casualidad: el juego se inspira en novelas wuxia clásicas como las de Jin Yong, donde los héroes no solo luchan, sino que navegan dilemas morales en un tapiz de clanes rivales y paisajes míticos. Y aunque el lanzamiento en móviles para Occidente aún no tiene fecha confirmada —se rumorea para 2026—, su versión actual ya luce optimizada para hardware de gama alta, con soporte para ray tracing y DualSense en PS5.
Un Mundo Abierto que Susurra Secretos… y Exige Paciencia
Hemos invertido unas 40 horas en esta versión temprana, tiempo más que suficiente para familiarizarnos con sus mecánicas básicas, pero insuficiente para desentrañar la profundidad de su campaña principal, que se estima en al menos 60-80 horas para completarla al 100%. El mapa es un vasto lienzo de montañas brumosas, ríos serpenteantes y ciudades bulliciosas, salpicado de secretos como cuevas ocultas, altares ancestrales y aldeas olvidadas. Cada rincón invita a la exploración: minijuegos como torneos de caligrafía o duelos de poesía, NPCs con arcos personales que se entrecruzan con la tuya, y un sistema de reputación que altera las interacciones basadas en tus elecciones.
La campaña principal nos guía por la mayoría de estos parajes, tejiendo una historia de venganza y redención donde encarnas a un joven espadachín huérfano en busca de justicia contra un clan corrupto. Las cinemáticas son un deleite visual, con coreografías de lucha que rivalizan con películas de kung-fu de los 70, y la banda sonora —una fusión de erhu y orquesta sinfónica— eleva los momentos dramáticos. Sin embargo, el doblaje completo solo está disponible en inglés para la narrativa principal; las secundarias, lamentablemente, carecen de voces en muchas instancias, lo que rompe el ritmo en diálogos extensos. Buenas noticias para el público hispanohablante: la versión final incorpora textos en español, aunque el audio sigue pendiente de actualizaciones futuras. En nuestra prueba, no pudimos evaluar la localización al español, por lo que no podemos asegurar qué tan pulida estará o qué tan bien se podrá percibir. En el idioma inglés ya notamos algunos aspectos que podrían mejorar.
Calidad Triple A con Aristas Sin Pulir: El Sello de las Grandes Producciones Asiáticas
Where Winds Meet aspira a la excelencia triple A en varios frentes, pero como ocurre con éxitos como Naraka: Bladepoint o Black Myth: Wukong, muestra esa dualidad típica de los estudios asiáticos: picos de brillantez junto a valles de aspereza. Los gráficos son un punto álgido —paisajes expansivos con ciclos día-noche dinámicos, una ciudad central rebosante de NPCs que charlan, comercian y hasta bailan en festivales improvisados—, pero las animaciones faciales en cutscenes secundarias parecen apresuradas, y algunos diálogos mudos generan silencios incómodos. El mundo se siente vivo gracias a un ecosistema inteligente: ciervos que huyen de tormentas, bandoleros que patrullan rutas comerciales, y un clima que afecta el combate (lluvias que ralentizan movimientos, niebla que oculta emboscadas).
La curva de aprendizaje es otro desafío. Con docenas de sistemas —desde crafting de pociones hasta un árbol de habilidades ramificado por clanes marciales—, el juego abruma al principio. La historia desbloquea mecánicas gradualmente, pero los menús anidados (ecos de diseños móviles) convierten la gestión de inventario en una odisea. Es como navegar un laberinto burocrático en medio de una tormenta de espadas: frustrante, pero recompensado con momentos de epifanía cuando todo encaja.
El Batiburrillo Wuxia: ¿Magia o Caos?
Para disfrutar Where Winds Meet, hay que abrazar su esencia asiática: un torbellino narrativo donde la tragedia se entremezcla con lo absurdo. Un minuto estás derramando lágrimas por la muerte de un mentor en una balada poética; al siguiente, te transformas en un perro Shiba Inu para una partida de mahjong con otros «perretes» en un antro subterráneo. Esta «magia del batiburrillo», como la llaman los fans, captura la filosofía wuxia de la vida como un río impredecible —dramas épicos, batallas contra jefes colosales y desvíos cómicos que humanizan al héroe. Atraerá a quienes buscan inmersión cultural, pero podría alejar a puristas occidentales que prefieren narrativas como en The Witcher 3.
Combate Dinámico: Donde el Viento Golpea Más Fuerte
Si hay un aspecto que eleva el juego por encima de la media, es su sistema de combate. No es un souls-like punitivo, sino un ballet ágil de acción con siete tipos de armas —espadas curvas para slashes rápidos, guadañas para barridos amplios, abanicos para ataques a distancia— cada una ligada a escuelas marciales especializadas: unas en daño puro, otras en curación o tanqueo. Desbloquea docenas de habilidades, parrys precisos y esquivas acrobáticas, permitiendo estilos híbridos personalizados. En nuestras pruebas, las batallas contra jefes —como un tigre demoníaco en una cascada— se sintieron empoderadoras, con QTE contextuales que invocan vientos elementales. Game Rant lo califica como «el punto fuerte indiscutible», destacando su fluidez sobre competidores.
¿Es un MMO? La Pregunta que Divide a la Comunidad
La gran duda pre-lanzamiento: ¿Where Winds Meet es un MMO? La respuesta es un «algo asi». Ofrece un mundo abierto compartido con otros jugadores, donde puedes formar grupos para mazmorras cooperativas (hasta 4 personas), cacerías de jefes mundiales o actividades PvP como arenas 1v1 y un modo battle royale wuxia con monturas voladoras. Sin embargo, la campaña principal es 100% jugable en solitario, sin requerir interacciones online obligatorias. No es un MMORPG tradicional como World of Warcraft —falta un endgame infinito de raids masivas—, pero sus elementos sociales lo acercan lo suficiente para contentar a la mayoría. En Reddit y X, jugadores lo llaman «co-op con esteroides», ideal para clanes casuales, aunque decepcionará a cazadores de «siguiente gran MMO».
Para quienes prefieran jugar solos, siempre está la opción de disfrutar de la campaña y el mundo abierto en el modo para un solo jugador, donde pueden invitar a quien quieran o simplemente vivir la experiencia como una aventura solitaria.
Monetización Amigable: ¿Free-to-Play Sin Trampas?
Nuestra versión no incluía la tienda completa, pero datos de la versión china (donde el juego lleva meses) sugieren un modelo equilibrado: cosméticos a raudales —skins de armaduras inspiradas en dinastías Tang, monturas míticas como grullas de jade, animaciones de victoria extravagantes— accesibles vía gacha o compra directa. Hay pulls para armas cosméticas y habilidades visuales, pero nada pay-to-win: el progreso se basa en grind y misiones, no en carteras. Pendientes de la versión occidental, recomendamos cautela, pero por ahora, parece un soplo de aire fresco en un género plagado de grindwalls.
Veredicto: Un Viento que Merece Seguir
Where Winds Meet no es perfecto —su ambición tropieza con menús laberínticos y un pulido desigual—, pero su mundo vivo, combate adictivo y narrativa wuxia genuina lo convierten en un free-to-play imprescindible. En un año saturado de secuelas, se erige como nuestro favorito del género, superando a Blue Protoicol en profundidad. Si el estilo asiático te intriga, lánzate esta noche: el viento te llevará lejos, o al menos, a una partida de mahjong canina inolvidable. ¿Listo para forjar tu leyenda? El lanzamiento global espera.









