Rift. Faceless Man. El personaje más peligroso de Telara

Rift. Faceless Man. El personaje más peligroso de Telara

Envuelto en misterio y con una motivación siempre ambigua, Faceless Man es posiblemente el personaje más peligroso de Telara. El que una vez fuera Señor de las mareas Abisales, ahora sirve a la causa Defiant como oficial de inteligencia de mayor rango. En el pasado, como líder de los Unseen, acabó brutalmente con sus opositores. Los rumores dicen que después de traicionar a los seguidores de Akylios, Faceless Man hizo un acuerdo con los Defiants, entregando a Asha Catari, la fortaleza que controlaba personalmente, conocida como Meridian.

En la última entrada del argumento de Rift podrás descubrir por que sólo los necios osan engañar al mejor espía de Telara. A continuación os dejamos con un poco de Lore de Faceless Man:
The Faceless Man

Si los abismos pudieran hablar, tendrían su voz; profunda, oscura y vacía. Su voz resonó en los montes que rodean Meridian.

–Admiro tus investigaciones. Muy ambiciosas para un joven alumno.

–Gracias, mi señor –tartamudeé mientras examinaba con rapidez el estrecho camino del acantilado por el que me había conducido el gigante al que seguía. El viento sopló fuerte y levantó los bordes de su capa blanca, mientras caminaba sin prestar atención por donde pisaba, mientras yo tenia que medir milimétricamente mis pasos. Parecía como si cada piedrecita que se desprendía por la ladera aterrizara en el fondo de mi estomago.

–¿Has dicho que has descubierto la historia sobre mi pasado? –dijo él, girándose hacia mí con su mascara plateada, la cual parecía engullir su rostro.

–Eso creo. Nada sobre los días antes de que usted… ummm…… ¡oh! –Mientras mis palabras se entrecortaban, tropecé, y el mundo se tambaleó. Me cogió por la muñeca y me coloco frente a él, devolviéndome así el equilibrio. Me pegué a la pared del acantilado todo lo que pude y respiré larga y profundamente. Su mano era fría como el océano profundo.

–Gra-gracias.

La mascara asintió.

–Continúa.

–Nada sobre los días antes de que se uniera a los Abyssal. Mas bien algunas cosas sobre lo que hizo en el culto.

Se alzo ante mí. Podría incluso alzarse por encima de muchos Bahmi, con su mascara y su recargada indumentaria. Su profunda voz retumbaba en mi pecho.

–Muchas de esas cosas fueron terribles, –dijo, y con su mano me indico que siguiera adelante. No sé donde íbamos, pero sólo había un camino.

–Algunas de esas cosas lo fueron. Sé lo que el culto le hizo, Señor de las mareas de Meridian, pero usted ofreció a Asha y Orphiel la fortaleza a cambio de amnistía y un cargo de poder dentro de los Defiant.

Perdí la pista de cuan lejos escalamos el acantilado. Había veces que tuve que usar mis manos y rodillas para trepar por las rocas, mientras Faceless Man simplemente caminaba por ellas sin interrumpir la marcha. Al fin, él dijo: –Bien hallado, te has ganado esta iniciación–.

–Gracias, señor, –dije, con orgullo. Aquí estaba yo, guiado por el maestro espía de los Defiant para unirme a su red de agentes e infiltrados. Por fin podría servir a mi facción, y descubrir qué se esconde detrás de esta montaña, aparte del rugido ronco del siempre cercano océano.

–Debes tener muchas preguntas, – reflexionó– ¿Cómo puede Señor de las mareas que ha jurado su cargo desafiar la voluntad de Akylos? ¿Y por qué Catari y Farwind confían en un seguir del culto? Con todo su derecho deberían haber tomado la ciudad y haberme matado, y en vez de eso me dieron un gran poder.

–Si tuviera que adivinarlo, –le dije–, creo que de alguna manera se resistió al ritual de confirmación y engaño al otro señor Abyssal. Su posición la debió obtener gracias a algún tipo de apoyo. Los Defiant le necesitan, o no estaría vivo.

Faceless Man sonrío detrás de mí.

–Hablas como un verdadero espía.

–Gracias, señor. Sé que le serviré bien.

Giré en un recodo y me encontré con el final del camino, la cima del acantilado, la cual caía a mil pies de altura sobre las olas y las rocas

–¿Qué tipo de apoyo es?

–¿Tú qué crees?

Tomé aliento.

–He oído algo sobre un ritual Abyssal, conocido sólo por los Señores de las mareas, una serie de símbolos alrededor de una fortaleza para evitar que los enemigos entren en ella. Supongo cambió los símbolos para mantener a los engendros de los Rift sitiados y mantener sus localizaciones escondidas ¿Estoy en lo cierto?

Faceless Man se puso detrás de mí, y noté como cruzaba sus brazos sobre su pecho. Para ser un maestro espía, se comportaba como un guerrero con gestos rápidos y cortantes.

–Preguntas como un verdadero espía. Por supuesto, sabes que no te lo contaré, pero tus esfuerzos demuestran valentía. Además, estamos muy por encima de la vulgaridad de necesitar influencias. Les he prometido a los Defiant años de leal servicio, así que tengo confianza en mis propios meritos, aunque sigo guardando mis secretos.

–Encontrarás la confianza, – continuó–. Es tan importante para los Defiant como lo es para los Guardians.

Asentí, mirando hacia el horizonte donde el mar se fundía con el cielo tormentoso en un hilo de color cobalto.

–Lo recordaré, mi señor.

–Recuerda también no jurar jamás en el nombre del Vigil, aún cuando creas que estas solo. La fe en los dioses no es nada común entre los Defiant. Mas bien algo común entre los necios Guardians.

Mis dedos fueron a parar donde normalmente tenía mi símbolo de Thontic. Me volví hacia él para encontrarme de repente con la punta de su espada, la cual corto mi ropa con tan sólo la fuerza de un giro.

–Por favor…, –le dije.

–Debes tener enemigos en Sanctum para que te envíen en una misión tan peligrosa siendo alguien tan poco experimentado. ¿Infiltrarte en los Unseen?

Me pregunto si sonreía debajo se su mascara.

–Inaudito, –dijo.

–Por favor, ¡No soy ni siquiera un agente! –le supliqué–. Escogí hacer esto para servir a Vigil. No aprendí nada que no se pudiera leer en su biblioteca mi señor. Por favor, no soy ni tan siquiera un Ascended. Déjeme ir y le prometo que no me vera nunca mas.

Di un paso hacia atrás, sosteniéndome sobre los talones a punto de caerme.

Se quedo mirándome durante un buen rato, con su enmascarada cara ladeada. Una gota de sangre broto de mi pecho y fluyó sobre el filo de su espada. Al fin, asintió y dio un paso atrás con su espada en un costado.

–Date la vuelta.

Lo hice con el corazón golpeándome en las costillas. Escuche como se alejaba. Podría volver a mi hogar en Silverwood. Desaparecería. Tenia amigos que podrían esconderme, tanto de los Defiant como de mi gente. ¿Como lo habría averiguado? Al menos por ahora estaba a salvo, estaba…

Sus inmensas manos me rodearon la cabeza; él nunca se había ido.

¡CRAC!

Se puso de rodillas para observar mi caída, como una gárgola en el la punta del acantilado, el viento batía su capa y ululaba alrededor de su grotesca mascara plateada. Miró cómo caía, se dio la vuelta y empezó a caminar hacia Meridian. Por un momento, pareció que miro hacia atrás, pero con su rostro oculto… ¿quien podría asegurarlo?

Lejos, muy por debajo, las olas rompían contra las ensangrentadas rocas mezclándose con la espuma del mar…

Soy un apasionado de los MMORPG. He jugado a casi todos los que han visto la luz. Al final, cambié muchas de las horas de vicio por compartir noticias y contenidos sobre este mundillo.

Lost Password

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies