Día 2 de los Doce días de Firefall, una iniciativa de Red 5 Estudios para dar a conocer más un poco de la historia de fondo de Firefall.
Firefall:
La siguiente es una entrada del diario personal del astrónomo Dr. Adam Vowbind, que estaba a bordo de la estación espacial «Deep Horizon» durante lo que conocemos como Firefall. Dicha estación es responsable de las imágenes obtenidas del espacio profundo. La estación fue tripulada por un grupo de 4 personas acompañados por un equipo de seis científicos, entre ellos el Dr. Vowbind.
Aris Holden – Historiador
No creo que haya habido un día más oscuro en mi vida que aquel en que comenzó el bombardeo de asteroides en la Tierra. Habíamos pensado que nos sucedería. La trayectoria fue errónea para la colisión. Mis colegas de todo el mundo estaban de acuerdo con que había algún error de cálculo, pero que no había posibilidad de que el asteroide pudiera colisionar con la Tierra. ¿Cómo pudimos estar todos tan equivocados? Vimos horrorizados como la lluvia de masiva de asteroides destrozándolo todo al traspasar el campo gravitatorio de la luna. Por el momento nos dimos cuenta de que aquel fallo de precisión se había convertido en miles de de asteroides impactando contra el planeta, y ya era demasiado tarde para hacer nada al respecto. La gente de la Tierra entró en pánico. No se les podía culpar.
A diferencia de la gran mayoría de los impactos conocidos, este asteroide no chocó directamente contra la Tierra. En su lugar, debido a su relativa baja velocidad y ángulo de descenso, el asteroide fue capturado por el campo gravitatorio de nuestro planeta y localizado en un órbita baja, donde chocó contra satélites, torres orbitales y cualquier otro artefacto que se encontró en su camino. Finalmente, bajo la influencia de la degradación orbital, empezó a esparcir sus restos por la superficie de la tierra.
Afortunadamente, aparecieron supervivientes. Pero eso parece ser el único atisbo de buenas noticias desde el fatídico suceso. A través de las pequeñas ventanas que daban al planeta, fuimos testigos de la destrucción qué arrasó ciudades enteras y creó tsunamis a gran escala cuando impactaron contra la superficie de la Tierra. Otros fragmentos más grandes borraron regiones e incluso países pequeños.
El mayor caso de destrucción fue protagonizado por la mayor porción del asteroide, un monstruo con el nombre de FA23. El 2 de noviembre, FA23 se estrelló en el medio del Océano Atlántico, provocando un tsunami tan grande que diezmó a toda la costa este de Estados Unidos, así como muchos lugares de Europa, África y el resto del continente Americano. Con el tiempo, las aguas se retiraron dejando tras de si un rastro de islas dejadas por el asteroide. Nuestro equipo ha comenzado a llamar a esta cadena de islas: «La fractura de la Atlántida».
Aunque en un principio tuvimos problemas para ver a través del denso polvo y las nubes de cenizas, gracias a las imágenes térmicas pudimos ver que la faz de la Tierra ha cambiado para siempre. El asteroide lo creó absolutamente todo, cordilleras y montañas e incluso cadenas de islas exóticas. El Estrecho de Gibraltar se cerró, diezmo la isla de Japón dejándola toda seca, regiones como el norte de Italia quedaron sepultadas bajo el agua, así como el valle central de California.
Más allá de la desfiguración de la superficie de la Tierra, los meteoritos parece que también han destruido la estructura de la civilización. Hemos interceptado transmisiones de radio que implican una gran fragmentación de las naciones, muchas de las cuales parecen estar fragmentándose con la intención de protegerse a sí mismo. Por otra parte es aún más preocupante el hecho que en algunos sitios parece haber una ausencia total de gobierno, combirtiéndose en lugares plagados de un nivel de violencia y sufrimiento sorprendentemente alto.
Nuestro equipo perdura atrapado en el «Deep Horizont», incapaz de hacer nada más que ver la destrucción y el caos en la superficie del planeta. Como es comprensible, parte de nuestro equipo ha caído en una profunda depresión. El Dr.Neal Profok, un amigo personal y un valioso miembro de nuestro equipo, salió de su refugio en su compartimento de la nave, hace a principios de esta semana. No es de extrañar, ya que toda su familia vivía en Boston.
Hemos estimado que las provisiones nos duraran poco más de dos semanas con un razonamiento extremo. Aunque nuestro resultado se queda atrás, muchos de nosotros todavía nos estamos aferrando a cualquier esperanza.
Este diario fue recuperadode los restos de «Deep Horizont» poco después de que su órbita se deteriorara y acabara en el centro de Estados Unidos. Otras cuentas del Firefall estan demasiado fragmentadas para incluirlas en esta entrada del diario. Esperemos que podamos encontrar más información para darnos una mejor idea de qué fue lo ocurrido durante este periodo de tiempo.
